09 julio 2011

¿Paseo de Estrellas?

Paseo de las Estrellas de Madrid
La razón por la que escribo este post es tal vez la más nimia pero que para mí comporta uno de los factores por los que el cine español está tan mal valorado por los españoles: su elitismo. Los actores y directores del cine español siempre se quejan del poco éxito del cine español en este país, como si el problema fuera de los ciudadanos y no de lo propios productos. He de reconocer que el prejuicio que sostiene al cine español es lo que hace que la mayoría de la gente ya ni se moleste en comprobar si es cierto, exceptuando casos excepcionales de directores concretos (Almodóvar o Amenábar), o incluso películas que intentando a propósito evitar la seriedad conocida del cine español, acaban haciendo meras imitaciones del (peor) cine americano irreverente que, por supuesto, tiene más audiencia (Spanish Movie). Pero quitando esos casos, y también últimamente ciertas películas de terror de calidad como El Orfanato, lo cierto es que el cine español ha cosechado lo que ha sembrado.



Esa seriedad con la que identifican los espectadores este cine no es más que el elitismo que
desprenden, y que hace que grandes películas pasen desapercibidas simplemente porque el español medio busca una imagen más cercana y amable, no sentir que le miran por encima del hombro por el hecho de preferir una experiencia más evasora y menos intensa. Porque el cine debe ofrecer ambas cosas y eso es algo que el cine español olvida a veces.
¿Dónde están las estrellas?

Ese elitismo se manifiesta de especial manera en ocasiones significativas del cine español como son los Goya o como fue hace poco la inauguración de este Paseo de las Estrellas. Mientras que estamos acostumbrados a ver por televisión como en Hollywood y en otras industrias cinematográficas cuando hay algún evento, intentan hacerlo lo más accesible a la gente, siempre manteniendo una seguridad para las estrellas pero permitiendo al menos la visión a los espectadores que se acercan. Vemos que lo mismo no ocurre aquí. Si ya vimos que en la gala de los Goya las personas que esperaron durante horas y bajo la lluvia para ver a alguna estrella se quedaron con las ganas por la exagerada distancia que había desde las vallas de seguridad hasta la alfombra roja, esta vez no se han quedado cortos. 

Los pocos individuos que tenemos ya ganas de acercarnos a estos actos nos quedamos sin ver ni siquiera de lejos a los famosos Penélope Cruz, Bardem o Almodóvar, ya que toda la calle estaba cortada y ellos llegaban directamente a un parking situado en el centro de la calle. Por si fuera poco, nadie tuvo la delicadeza de intentar que los fotógrafos y afortunados que estaban dentro se pusieran delante dando así oportunidad de visión, aunque lejana, a los transeúntes. En vez de eso, les rodeaban. Mientras que estamos acostumbrados a que cuando vienen actores extranjeros éstos sean en su mayoría accesibles (depende del actor, claro), especialmente en estrenos, y que en muchas ocasiones se acerquen a la gente, no consigo entender que hace tan especial a los miembros del cine español que no tienen esas delicadezas con sus conciudadanos.

Estrella de Penélope Cruz en Madrid
Para terminar debo destacar que no todos los que recibían estrella mostrando el mismo poco respeto: Alejandro Amenábar fue uno de los pocos que pasó entre el medio de la gente sin armar revuelo alguno, mostrando que precisamente motivos de seguridad no son los que llevan a estas situaciones.




1 comentario:

  1. Hola al igual que tú, también estuve en la inauguración del pase de la fama. Estoy contigo en que es vergonzoso que no nos dejaran hacer una foto ni tan siquiera que dejaran a los actores, actrices y directores acercarse a nosotros. Un saludo.

    ResponderEliminar